Carrera armanmentista
Una característica fundamental de la Guerra Fría fue la carrera armamentista, que se desató entre las grandes potencias y sus aliados. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, tanto Estados Unidos como la Unión Soviética poseían gran cantidad de armas, muchas creadas durante el conflicto: bombarderos, tanques, cañones, portaaviones y submarinos, entre otros. En algunos casos una potencia superaba a la otra en un determinado aspecto armamentista, por ejemplo, la flota norteamericana, con sus poderoso y eficientes portaaviones superaba con creces a la soviética, en tanto que los aviones caza y los bombarderos eran superiores a la aviación militar estadounidense. Sin embargo, el descubrimiento de las armas nucleares acaparó la atención de los gobiernos, pues el poder destructivo que poseía, demostrado en Japón, motivó a hacerse de un arsenal nuclear capaz de hacerse desistir de cualquier ataque a una potencia enemig...
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